Susana Zabaleta acusa censura en la 4T y la compara con los peores sexenios del PRI
La actriz y cantante Susana Zabaleta ha lanzado acusaciones severas: afirma que en el gobierno actual existe una censura en la 4T que recuerda los periodos más autoritarios del PRI. Su denuncia ha encendido el debate sobre los límites de la libertad de expresión en México.
Denuncia pública y reacciones
En una entrevista con Jorge “Burro” Van Rankin, Zabaleta sostuvo que hablar de política ha dejado de ser libre. Ante la pregunta de si hoy existe un control de medios comparable con los gobiernos de Luis Echeverría y Gustavo Díaz Ordaz, respondió: “Yo creo que sí, en esa época estamos. Como que volvimos”. infobae
La difusión de ese fragmento generó una ola de comentarios en redes sociales. Algunos respaldan su postura, otros critican que mezcle su experiencia personal con una comparación histórica. Pero el mensaje caló: alude a que en el México de hoy no se tolera la crítica abierta. Sus palabras buscan poner sobre la mesa la idea de una censura en la 4T.
Contexto y antecedentes mediáticos
Zabaleta recordó que en administraciones anteriores –como las de Vicente Fox o Ernesto Zedillo– había un margen más amplio para cuestionar al poder. “Antes nos burlábamos y nos cagábamos de la risa. Ahora ya no hay tolerancia”, afirmó. infobae
El conflicto con la prensa escaló luego de que fuera abucheada en el aeropuerto por reporteros que gritaban “¡Prensa digna!”. Desde su perspectiva, ese episodio reafirma la tensión creciente entre el poder público y los medios que se consideran independientes. infobae
El detonante mediático fue que su pareja, el comediante Ricardo Pérez, hizo comentarios satíricos sobre programas de espectáculos y periodistas, lo que exacerbó el enfrentamiento entre Zabaleta y algunos comunicadores. Ella ha insistido en que no debe responder por esos contenidos, pero acepta que su relación la convierte en blanco de críticas. infobae

Censura y gobernabilidad: argumentos al fondo
Zabaleta no se limita a su situación personal: su denuncia enmarca una visión más amplia sobre la gobernabilidad. Al afirmar que existe censura en la 4T, exige que se reconozcan las condiciones que impiden la crítica. Ella señala que quienes se atreven a opinar enfrentan sanciones simbólicas, marginación mediática o autocensura.
Su comparación con los “sexenios más oscuros del PRI” busca subrayar gravedad: los niveles históricos de represión política. Aun si la comparación suena extrema, abre una discusión sobre la tensión entre el poder y la prensa. Ella no lanza acusaciones sin nombre; llama al público a observar si efectivamente no se permiten voces críticas en la era actual.
Críticas y contrargumentos
Voces opositoras advierten que Zabaleta generaliza a partir de su experiencia personal. Señalan que el gobierno federal ha declarado reiteradamente que existe apertura al escrutinio público y que la prensa puede operar libremente.
También cuestionan la comparación histórica, acusando que mezclar contextos políticos distintos debilita la argumentación. Argumentan que los métodos de control de medios del siglo pasado no equivalen a las dinámicas actuales, donde las redes sociales y la pluralidad permiten diversidad informativa.
Significado para el presente
La acusación de censura en la 4T hecha por alguien como Susana Zabaleta trasciende lo anecdótico. Tiene el poder de reactivar preguntas sobre límites de autoridad, autocensura y las relaciones entre poder político y medios de comunicación.
Su intervención pone en evidencia cómo los personajes públicos pueden funcionar como barómetros de la libertad de expresión real. Sus palabras pueden motivar a que otros denuncien silencios o presiones que ya no se toleran en democracia.
En última instancia, su denuncia no es solo personal, es simbólica. Zabaleta apuesta a que su visibilidad amplifique el debate. Si existe censura en la 4T, exige que no se oculte, y que se abra paso al escrutinio genuino.