Cristiano Ronaldo revela que no sabe cuántos coches tiene y que casi nunca conduce
En una entrevista reciente con el periodista Piers Morgan para el programa Piers Morgan Uncensored, Cristiano Ronaldo ofreció una visión reveladora sobre su espectacular colección de automóviles. Durante la conversación, el futbolista confesó que realmente no sabe cuántos coches posee, estimando un número aproximado entre 41 y 42. Además, admitió que la mayoría de esos vehículos no se usan: “Si compro un coche, es para coleccionarlo, no lo voy a conducir… No cuento los coches […] Si tuviera que apostar, diría, no sé, 41 o 42… Nunca conduzco… Solo los miro para ver si están limpios, si están bien. Y van al garaje.” ¡HOLA!+1
Una colección como museo particular
Ronaldo explicó que su colección la entiende más como una inversión o una forma de arte que como un conjunto de vehículos para el uso diario. En sus propias palabras: “That is for collection. It’s like you buy a frame. I’m not gonna drive that car.” TMZ+1 Su admiración especial por las marcas como Bugatti también quedó patente cuando indicó que esos modelos son “different beasts.” ¡HOLA!
¿Por qué no conduce sus coches?
A pesar de disponer de decenas de automóviles de lujo —incluyendo Bugatti, Ferrari, Lamborghini, Rolls-Royce y otros—, Ronaldo comentó que rara vez los conduce. Parte de la razón es logística y parte es elección personal. El entorno en el que reside actualmente y sus prioridades parecen convertir esos coches en piezas de colección más que en vehículos de uso frecuente. TMZ+1
Valor y notoriedad de la colección
La magnitud de su colección es notable. Informes señalan que tiene “more than 40 luxury cars” y que su valor está estimado en decenas de millones de dólares. ¡HOLA!+1 Si bien el comprador puede parecer ostentoso, Ronaldo lo describe como una decisión de inversión: “For me, the cars is not any more a passion.” TMZ
Reflexión final
La revelación de Ronaldo trasciende el simple lujo: habla de cómo un atleta de élite ve sus activos y su estilo de vida. Convertir coches de altísimo valor en una galería privada puede interpretarse como un paso más allá del status tradicional, hacia una visión más madura de la riqueza y del coleccionismo.
Para sus seguidores, este episodio ofrece una mirada distinta al personaje: el hombre que acumula trofeos en el campo también acumula piezas únicas fuera de él, aunque muy pocas veces detrás del volante.
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