Así comenzó la narcoguerra: la fractura del Cártel de Sinaloa

INFLUENCER GTO Han pasado 16 años desde que inició la gran ruptura del Cártel de Sinaloa, la organización criminal más poderosa de México, y sus consecuencias siguen marcando el presente del narcotráfico. La captura de Alfredo Beltrán Leyva, mejor conocido como El Mochomo, en 2008, no solo fue presentada como un triunfo del gobierno de Felipe Calderón, sino también como el detonante de una guerra interna que cambiaría para siempre el mapa del crimen organizado.
Hoy, en pleno 2025, su hijo Jesús Alfredo Beltrán Guzmán, El Mochomito, se ha convertido en uno de los protagonistas de la nueva generación del narco, en un contexto marcado por la traición, la venganza y la fragmentación de las alianzas históricas.
El quiebre: traición entre narcos y nacimiento de una guerra
Aunque la versión oficial apunta a que su detención fue producto de labores de inteligencia, reportes indican que fue “El Chapo” Guzmán quien habría entregado a Alfredo Beltrán, ya fuera por usar rutas sin permiso o para liberar a su hijo, Iván Archivaldo Guzmán.

La respuesta no tardó. Arturo Beltrán Leyva, hermano de Alfredo y conocido como El Barbas, rompió con “El Chapo” y El Mayo Zambada, iniciando una guerra interna que acabó con la Federación, una alianza entre varias facciones del narco, entre ellas el Cártel de Sinaloa.
Para resistir, Zambada creó a Los Ántrax, un brazo armado exclusivo para defender su territorio. Por su parte, Arturo Beltrán buscó apoyo en enemigos históricos como Los Zetas, lo que encendió el fuego de una confrontación brutal.
Culiacán, 2008: el inicio de una era sangrienta
En mayo de 2008, Culiacán vivió uno de sus meses más violentos, con más de 100 homicidios relacionados con el crimen organizado. Entre las víctimas se encontraba Édgar Guzmán López, hijo de “El Chapo”, lo que elevó aún más la tensión.

En diciembre de 2009, la Marina abatió a Arturo Beltrán en Cuernavaca, debilitando a su clan. Más tarde, en 2014, El Mochomo fue extraditado a Estados Unidos, donde cumple cadena perpetua en la misma prisión que Joaquín Guzmán Loera.
El regreso del linaje: El Mochomito reaparece
Aunque muchos pensaron que el apellido Beltrán Leyva quedaría enterrado, “El Mochomito” se convirtió en la cara del relevo generacional. Hijo de Alfredo y pariente directo de “El Chapo”, se posicionó como una figura ambigua, conectando dos linajes del narco mexicano.
Desde su juventud, ganó notoriedad gracias a un narcocorrido de Tito Torbellino, y más tarde fue señalado por Estados Unidos como operador clave en el tráfico de fentanilo, cocaína, heroína y metanfetamina.
Fue detenido en 2016 en Zapopan, pero siguió operando desde prisión, hasta ser liberado en 2021. Hoy, su nombre vuelve a sonar con fuerza en medio de la nueva fractura del Cártel de Sinaloa.

Los Chapitos vs. La Mayiza: una nueva guerra, viejos apellidos
En julio de 2024, Joaquín Guzmán López, hijo de “El Chapo”, presuntamente traicionó a “El Mayo” Zambada entregándolo a autoridades de EE.UU.. Desde entonces, el grupo de Los Chapitos y La Mayiza —leales a Zambada— iniciaron una nueva guerra interna.
En este contexto, El Mochomito reapareció como operador armado y financiero, presuntamente vinculado al asesinato de un agente cercano a Omar García Harfuch. La OFAC (Oficina de Control de Bienes Extranjeros) lo tiene en la mira como actor prioritario en el narcotráfico.
¿Hacia dónde se inclina El Mochomito?
Aunque los Beltrán Leyva se habían mantenido al margen del conflicto entre Chapitos y Mayiza, grupos como el Cártel de Guasave, liderado por Fausto Isidro Meza “El Chapo Isidro”, ya han tomado partido.
Aún no está claro si El Mochomito se aliará con los herederos de “El Chapo” o con los seguidores de “El Mayo”, pero su peso estratégico es innegable. Su historia encarna el narco generacional, donde los nombres del pasado siguen presentes, pero con nuevas alianzas, traiciones y formas de operar. (Con información de www.infobae.com).
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