La ONU toma medidas inéditas por la crisis de desapariciones en México: “No son hechos aislados”

INFLUENCER GTO. El Comité contra las Desapariciones Forzadas activa por primera vez un procedimiento que podría llevar el caso mexicano ante la Asamblea General.Desapari
Ciudad de México / Ginebra.
La Organización de las Naciones Unidas (ONU) ha dado un paso sin precedentes en la historia reciente de los derechos humanos en América Latina. El Comité contra las Desapariciones Forzadas (CED) anunció que, por primera vez, activará un mecanismo formal que podría escalar el caso de México ante la Asamblea General. La razón: existen indicios sólidos de que las desapariciones forzadas en el país son sistemáticas o generalizadas.
Un procedimiento nunca antes usado
Fue en Ginebra donde el presidente del Comité, Olivier de Frouville, confirmó lo que muchos colectivos de víctimas y defensores de derechos humanos han denunciado durante años: las desapariciones en México no son excepcionales, sino parte de un patrón sostenido en el tiempo.
Basado en el artículo 34 de la Convención Internacional para la Protección de Todas las Personas contra las Desapariciones Forzadas, el Comité comenzará un procedimiento formal que podría derivar en la intervención directa de la Asamblea General de la ONU, dependiendo de la respuesta que entregue el gobierno mexicano.
“Esta es la primera vez que activamos este procedimiento. Lo hacemos por la seriedad y persistencia del problema en México”, señaló de Frouville, subrayando la excepcionalidad del caso.
¿Qué dice el artículo 34?
Este artículo establece que, si el Comité recibe información confiable de que las desapariciones forzadas son sistemáticas o generalizadas en un Estado Parte, puede solicitar formalmente datos al gobierno implicado. Si la respuesta no es adecuada, el caso puede presentarse ante la Asamblea General a través del Secretario General de la ONU.
En las próximas semanas, se hará llegar dicha solicitud al Estado mexicano. Según el CED, esto no prejuzga el resultado final, pero sí evidencia un aumento de preocupación internacional por la magnitud del fenómeno en territorio mexicano.
¿Por qué es grave esta calificación?
Dentro del derecho internacional, una desaparición forzada puede escalar al nivel de crimen de lesa humanidad si cumple con ciertos criterios: ser sistemática (es decir, estructurada, planeada, tolerada o permitida por el Estado) o generalizada (ocurrir a gran escala y de forma continua).
En este contexto, el Comité reconoce que en México las desapariciones no son casos aislados, sino parte de un patrón extendido, donde muchas víctimas son civiles, y las instituciones encargadas de prevenir, investigar o sancionar estos crímenes han fallado sistemáticamente.
Contexto nacional: dolor, impunidad y exigencias
Este anuncio de la ONU llega en un momento particularmente sensible para México. En las últimas semanas, colectivos de madres buscadoras, activistas y estudiantes han intensificado sus protestas. Uno de los detonantes fue el hallazgo de un presunto campo de exterminio operado por integrantes del Cártel Jalisco Nueva Generación (CJNG), lo que provocó una ola de indignación.
En el Zócalo de Ciudad de México, se realizaron vigilias y manifestaciones para exigir justicia. Para muchos, esta intervención de la ONU representa una luz de esperanza frente a la impunidad que impera en la mayoría de los casos.
¿Qué hace el Comité de la ONU?
El Comité contra las Desapariciones Forzadas es un órgano integrado por expertos internacionales independientes que tiene como principal objetivo:
- Supervisar la aplicación de la convención internacional en los países firmantes.
- Apoyar a las víctimas y sus familias en procesos de localización y justicia.
- Emitir recomendaciones a los Estados Parte para erradicar este crimen.
- Fomentar el diálogo entre gobiernos y sociedad civil en torno a esta problemática.
Durante la sesión en Ginebra, de Frouville también agradeció la labor de cinco expertos salientes que han contribuido a la lucha contra las desapariciones, entre ellos Horacio Ravenna (Argentina) y Mohammed Ayat (Marruecos).
¿Qué consecuencias podría tener esto para México?
Este procedimiento abierto por el Comité podría tener repercusiones de fondo en varios niveles:

1. Presión internacional
El caso mexicano podría convertirse en un tema prioritario en foros multilaterales. Esto podría derivar en pronunciamientos de otros países, afectaciones en acuerdos bilaterales o en una mayor vigilancia por parte de organismos como la Comisión Interamericana de Derechos Humanos.
2. Repercusiones políticas internas
El inicio de este procedimiento coincide con tiempos electorales en México, lo que podría provocar tensiones entre el discurso oficial y las exigencias de organismos internacionales.
3. Impulso a la búsqueda de desaparecidos
La presión de la ONU podría fortalecer a colectivos de búsqueda y a familiares de víctimas, dándoles nuevas herramientas legales y visibilidad global para exigir resultados.
4. Cambios institucionales
El gobierno mexicano podría verse obligado a revisar y reformar sus políticas de seguridad, justicia y derechos humanos, sobre todo en lo relativo al funcionamiento de las fiscalías, cuerpos policiacos y registros de personas desaparecidas.
México, bajo el lente del mundo
México enfrenta un escenario complejo. De acuerdo con cifras no oficiales, el país acumula más de 110,000 personas desaparecidas, y cada día se suman nuevos casos. En muchos de ellos, los responsables no han sido detenidos ni identificados, lo que alimenta la desconfianza en las instituciones.
Aunque el gobierno ha promovido la creación de registros, comisiones de búsqueda y leyes específicas, la impunidad estructural y la fragmentación institucional siguen siendo obstáculos importantes.
Conclusión: una oportunidad para corregir el rumbo
La activación del artículo 34 de la Convención por parte del Comité de la ONU debe entenderse como una advertencia seria, pero también como una oportunidad histórica para México. Si el país responde con voluntad política real, transparencia y acciones concretas, puede dar un giro al rumbo actual y recuperar la confianza de las víctimas.
La comunidad internacional está observando. Las familias de desaparecidos esperan justicia. Y México tiene la posibilidad —quizá única— de demostrar que el dolor de miles no será ignorado.