“No hay flores sin justicia”: la ONU-DH reconoce a madres buscadoras por el Día de las Madres

INFLUENCER GTO. En México, el 10 de mayo no es una celebración para todas. Para miles de mujeres, el Día de las Madres es una jornada de lucha, de búsqueda y de memoria. Este 2025, la Oficina en México del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos (ONU-DH) ha rendido homenaje a las madres buscadoras, esas mujeres incansables que han convertido el dolor en fuerza colectiva.
La ONU-DH reconoce su lucha: “Son arquitectas de la justicia”
A través de un comunicado oficial, la ONU-DH destacó el papel clave que las madres buscadoras han tenido en la defensa de los derechos humanos y la construcción de paz.
“Han enfrentado múltiples barreras y se han organizado para visibilizar el amor hacia sus hijos e hijas. Son arquitectas de la estructura internacional de derechos humanos”, señala el organismo.
Este reconocimiento llega en medio de una de las crisis más graves de desapariciones en América Latina. México enfrenta una tragedia que ha dejado más de 120,000 personas desaparecidas desde la década de 1960, según cifras oficiales.
Día de las Madres resignificado: del festejo a la exigencia de justicia
Para los colectivos de madres buscadoras, el 10 de mayo ya no es una fecha de regalos o flores, sino de movilización, denuncia y exigencia de verdad.
“Esta fecha ha sido resignificada por quienes buscan a sus seres queridos. Es indispensable que las autoridades escuchen y atiendan su clamor”, subrayó la ONU-DH.
En todo el país, se preparan marchas, plantones y vigilias. No para celebrar, sino para exigir respuestas, acciones concretas y justicia.
La esperanza en tiempos oscuros: reconocimiento a los avances
El organismo internacional también saludó la postura del nuevo gobierno encabezado por Claudia Sheinbaum, quien ha declarado que la desaparición forzada es una “prioridad nacional”.
La ONU-DH valoró positivamente el compromiso de la presidenta para:
- Fortalecer el marco normativo e institucional.
- Establecer un diálogo abierto con los colectivos de búsqueda.
- Usar toda la fuerza del Estado para enfrentar la crisis de desapariciones.
Aunque reconoció que existen avances en algunos estados, advirtió que estos esfuerzos aún son aislados y deben ser expandidos, consolidados y replicados.
Las madres buscadoras: constructoras de paz
Más allá del dolor y la ausencia, las madres buscadoras han creado redes de solidaridad, memoria y resistencia. Han recorrido desiertos, montañas, basureros, terrenos clandestinos. Han aprendido técnicas forenses, han enfrentado amenazas, han puesto en pie sus propios bancos de datos y han forzado cambios legislativos.
“En su incansable caminar, han realizado búsquedas, exigido justicia, reivindicado la verdad, preservado la memoria, propuesto agendas públicas, tejido alianzas y reclamado sus legítimos derechos”, recalcó la ONU-DH.
Su labor no solo es valiente, es profundamente transformadora.

“No buscamos culpables, buscamos a nuestros hijos”
Frente a la indolencia o la criminalización, las madres buscadoras han insistido una y otra vez:
“No buscamos culpables, buscamos a nuestros hijos.”
Este mensaje ha calado en amplios sectores de la sociedad civil, donde cada vez más personas se solidarizan con su causa. La ONU-DH llamó a todos los mexicanos y mexicanas a sumarse de forma activa, empática y respetuosa a sus acciones, especialmente en este mes de mayo.
Una deuda pendiente: el rol del Estado y la sociedad
Aunque el gobierno ha dado señales de apertura, los colectivos insisten en que la lucha no puede quedarse en promesas. Exigen:
- Que se destinen recursos reales a la búsqueda de personas desaparecidas.
- Que se garantice la seguridad de las buscadoras.
- Que se investiguen los casos con perspectiva de derechos humanos.
- Que no se repitan los errores del pasado.
El comunicado de la ONU-DH concluye con un llamado urgente:
“Aprovechemos esta oportunidad histórica para adoptar una agenda vigorosa que proteja a todas las personas contra las desapariciones y honre el trabajo de las madres buscadoras.”
¿Cómo podemos ayudar desde la sociedad civil?
No todas las personas pueden marchar o buscar con las manos en la tierra, pero todas podemos hacer algo:
- Informarse sobre la crisis de desapariciones.
- Apoyar económicamente a los colectivos.
- Compartir sus historias en redes sociales.
- Exigir rendición de cuentas a las autoridades.
- No mirar hacia otro lado.
Porque la desaparición de una persona no es un tema privado, es una herida abierta en el tejido social.