Trump otorga tregua arancelaria de 90 días a países sin represalias: ¿cambio de estrategia o jugada política?

INFLUENCER GTO. En un giro que ha sorprendido tanto a analistas como a líderes internacionales, el presidente estadounidense Donald Trump anunció una suspensión temporal de aranceles por 90 días para más de 75 países que, hasta ahora, han evitado imponer medidas en respuesta a sus políticas comerciales. La decisión, compartida a través de su plataforma Truth Social, abre una nueva etapa en el volátil panorama del comercio global liderado por la visión proteccionista del exmandatario.
¿A qué responde esta suspensión?
Según explicó el propio Trump en su publicación, la pausa tiene como objetivo «reconocer y premiar la voluntad de cooperación» de aquellos países que han decidido mantener abiertos los canales diplomáticos, en lugar de responder con sanciones. Afirmó que “más de 75 naciones han optado por colaborar en lugar de confrontar”.
La medida va acompañada de una reducción del 10% en los aranceles recíprocos, aplicable de inmediato, lo que podría representar un alivio para economías que dependen fuertemente del comercio con Estados Unidos. Para muchos analistas, esto podría interpretarse como una apertura táctica destinada a suavizar tensiones sin renunciar al enfoque duro que ha caracterizado la política exterior económica de Trump.
¿Qué países serán beneficiados?
Aunque el expresidente no proporcionó una lista detallada, se presume que esta medida se dirige principalmente a naciones aliadas o socios estratégicos que, a pesar de haber sido afectados por los aranceles impuestos en años recientes, han optado por no responder con acciones similares. Economías como México, Canadá, Japón y varios países europeos podrían encontrarse entre los beneficiarios de esta tregua comercial.
Por el contrario, China queda excluida del paquete de alivios. No solo se mantiene fuera de la suspensión, sino que enfrenta un aumento de aranceles hasta del 125%, como represalia por lo que Trump calificó como una “actitud desafiante” al responder con tarifas similares.
Una escalada con China que no da tregua
La relación comercial entre Estados Unidos y China continúa deteriorándose. Con esta nueva oleada de sanciones, Trump refuerza su mensaje de “tolerancia cero” ante lo que percibe como agresiones económicas. En un evento reciente con líderes republicanos, el expresidente lanzó una de sus frases más polémicas:
“Nos están llamando. Me están rogando un acuerdo. Se están muriendo por arreglar esto.”
La declaración, fiel a su estilo provocador, refleja el tono desafiante con el que encara las tensiones con Pekín, en contraste con el discurso más conciliador que emplea con países que han evitado tomar represalias.
¿Es una nueva estrategia o una jugada electoral?
Para muchos observadores, este movimiento tiene claros tintes electorales. En plena carrera por influir en la agenda política y económica rumbo a 2026, Trump estaría apostando por una imagen de liderazgo pragmático y negociador, capaz de endurecer posturas cuando es necesario, pero también de ceder para avanzar en acuerdos internacionales.
“Esto puede ser leído como un intento por proyectar autoridad sin caer en el aislamiento total”, señaló Linda Carver, analista de políticas comerciales del Atlantic Policy Center. “Es una jugada arriesgada, pero podría reforzar su base política entre quienes ven el comercio exterior como una herramienta para fortalecer la economía nacional.”
Impacto inmediato en el comercio global
La suspensión de aranceles durante tres meses promete aliviar la presión sobre diversos sectores clave a nivel internacional. Industrias como la automotriz, agrícola y de tecnología —altamente expuestas a las exportaciones hacia Estados Unidos— podrían experimentar un breve respiro.
En contrapartida, la intensificación del conflicto con China amenaza con repercusiones globales, desde el aumento en precios de productos electrónicos hasta la interrupción de cadenas de suministro. Los mercados financieros ya han reaccionado con cautela, y se prevé que la volatilidad continúe en los próximos meses.

¿Qué sigue después de los 90 días?
La gran incógnita es qué sucederá una vez que se cumpla el plazo de esta tregua arancelaria. ¿Será extendida? ¿Conducirá a acuerdos bilaterales permanentes? ¿O simplemente es un respiro temporal antes de una nueva ronda de sanciones?
Por ahora, lo único claro es que la política comercial de Trump mantiene su esencia: premiar la lealtad, castigar la oposición y utilizar los aranceles como herramienta diplomática y política. Aún así, el éxito de esta estrategia dependerá de cómo reaccionen tanto los países beneficiados como aquellos excluidos.
Conclusión: una pausa que redefine las reglas del juego
La suspensión arancelaria de 90 días anunciada por Donald Trump redefine momentáneamente las dinámicas del comercio internacional. Si bien ofrece una ventana de alivio para algunos países, también refuerza la división global entre aliados y rivales comerciales. El resultado final dependerá de cómo se gestionen las negociaciones en este tiempo limitado.
Mientras tanto, exportadores, inversionistas y gobiernos observan de cerca. Las decisiones que se tomen en las próximas semanas podrían determinar el curso del comercio global durante el resto del año.