JUEGOS OLÍMPICOS DE TOKIO TRADICIÓN JAPONESA CON ESPECTÁCULO IMPONENTE

INFLUENCER GTO. La más sobria tradición japonesa, arraigada en la identidad milenaria de esa nación, fue presentada con espectáculo imponente, con un impactante despliegue visual del arte, hecho con la más avanzada tecnología. Es decir, la esencia de Japón.

La ceremonia se llevó a cabo en el Estadio Olímpico de Tokio, mismo escenario que albergó los Juegos Olímpicos de 1964 y que en 2015 fue demolido para llevarlo a una capacidad de 68 mil espectadores. Con menos de 1.000 invitados (debido a las restricciones producto del coronavirus), se vivió un evento que tuvo a la tecnología como uno de los principales ingredientes. El espectáculo se extendió por más de tres horas.
Con un video en el que aparecían varias figuras geométricas hasta formar el Estadio Olímpico, así comenzó la ceremonia. Un viaje en el tiempo trasladó a todos los presentes al año 2013, cuando en Buenos Aires fue designada Tokio como sede de los JJOO de 2020.
Una de las protagonistas fue Arisa Tsubata, enfermera y boxeadora japonesa, quien no podrá competir debido a que su preolímpico fue suspendido por la pandemia. Sin embargo, hoy tuvo su merecido homenaje. Tras ingresar con el número 21 en su espalda, comenzó una cuenta regresiva para dar inicio a los fuegos artificiales que iluminaron toda la ciudad.

Como ya es una costumbre, los Juegos Olímpicos fueron inaugurados por el jefe de estado del país anfitrión, el cual fue recibido a su llegada por el presidente del Comité Olímpico Internacional (COI) y el presidente del Comité Organizador (CO). Luego accedieron a la Tribuna de Honor para poder presenciar el acto desde un punto de vista privilegiado.
Tras el ingreso de la bandera japonesa y que se entonara el himno del país anfitrión, se realizó un sentido homenaje a las víctimas del COVID-19. Tras una emotiva danza, se solicitó un minuto de silencio.
Además, por primera vez en la ceremonia de apertura, los países que albergarán los dos próximos Juegos Olímpicos, Francia (París 2024) y Estados Unidos (Los Ángeles 2028), marcharon inmediatamente antes del actual anfitrión, en vez de seguir el orden alfabético japonés.
Luego del desfile de los deportistas locales y unos breves fuegos artificiales en el aire, se mostró un video de la ex nadadora de Zimbabue Kirsty Coventry, en el cual hizo foco en respetar la diversidad, la solidaridad, la unión del deporte y la paz.
Con un baile en el que se formó en el campo de juego el logo oficial de Tokio 2020 se dio inicio a impactante show aéreo con 1824 drones en el aire, los cuales formaron distintas imágenes, como el globo terráqueo. Mientras tanto empezó a sonar un video en el que distintas personalidades cantaban la icónica canción Imagine, de John Lennon.

El lema elegido fue United by Emotion (Unidos por la emoción). “El mundo está hecho de personas de diferentes edades, nacionalidades y orígenes, y ahora, debido a la pandemia, estamos físicamente separados. Por eso, Tokio 2020 quiere que todos experimenten la misma emoción, felicidad, y a veces decepción, a través de las actuaciones de los deportistas”, informaron.
Tras los discursos de la Presidente del Comité Organizador (Seiko Hashimoto) y el del COI (Thomas Bach), se anunció la apertura oficial de los juegos al esbozar la frase “declaro inaugurados los Juegos Olímpicos de Tokio celebrando la XXXII Olimpíada de la era moderna”. Inmediatamente después comenzó a sonar el himno olímpico, mientras ingresará al estadio la bandera olímpica.
“Es un momento de esperanza. Es muy distinto de lo que hemos imaginado, pero tratemos de valorar este momento. Finalmente estamos todos acá. Todos los atletas están viviendo bajo un mismo techo en la villa olímpica. Este es un mensaje de paz, esto nos da la esperanza de un futuro viaje juntos. Podemos estar juntos solamente gracias a ustedes, nuestros queridos miembros del pueblo japonés. Les agradezco y los respeto”, esbozó el ex campeón olímpico en esgrima.
Sobre el final del evento finalmente se develó el gran misterio de la velada. El último relevo de la antorcha olímpica para encender el pebetero (en el camino la posta fue pasada entre viejas glorias del deporte japonés, trabajadores de la salud, una atleta paralímpico y jóvenes japoneses). La elegida fue Naomi Osaka, la mejor tenista del país nipón. La ganadora de cuatro Grand Slam subió las escaleras para cerrar uno de los momentos más emotivos de la jornada.